Sunday, September 2, 2007

Un gato llamado Lucky

Cómo este gato consiguió su nombre

Este pequeño gato con ojos de color azul cielo consiguió su nombre un día traumático. Había llegado a casa después de haber estado en los Pirineos por primera vez. Había dos cachorros de gato en la casa. El blanco era el más pequeño y el otro se metía con él, lo mordía y le chupaba el cuello hasta sacarle sangre.

Justo después de legar a la casa di un paso hacia atrás, sin mirar hacia dónde iba, porque estaba continuando una conversación. Pisé la cabeza del pequeño gato blanco. Sentí algo bajo mi pie y después vi un destello blanco y manchas de sangre en el suelo. El gato corrió a un arbusto pero fue fácil cogerlo. Le salía sangre de su nariz y su boca. Le costaba respirar, hubo un momento en que dejó de hacerlo.

Me eché a llorar y fui a la cocina. El padre de mi novio llamó a su mujer para pedirle consejo médico. Ella le dijo que esperase y mirase se faltaban. Fui a buscar vuelos para volver a Nueva Zelanda. Mi novio estaba sorprendido, no entendía cómo un gato pequeño podía provocar tanta emoción. Cuando me preparaba para ir a la cama el gato quería que le hiciéra caso, pero no podía afrontarlo, las marcas de sangre en su cara y la respiración tropellada eran demasiado para mí.

Al día siguiente el gato estaba bien, normal, contento, incluso comía más de lo normal. Lo llamamos Lucky (Afortunado) por su suerte, porque siguió vivo y bien contra todo pronóstico. Ahora Lucky tiene seis vidas o menos pero como podéis ver es elegante como sólo pueden serlo los gatos. Su presencia siempre me hace feliz.

How this cat got his name

This little white cat with the sky blue eyes got his name one traumatic day. I had arrived home after my first visit to the Pyrenees. There were two kittens in the house. The little white one was the runt and the other one would pick on him, bite him and suck blood from his neck.

Just after arriving at the house I stepped backwards outside, not looking where I was going as I was continuing a conversation I was having. I stepped down onto the head of the little white kitten. It was one of the worst moments in my life. I felt something underfoot and then I saw a flash of white and spots of blood on the ground. The little cat ran into the hedge but was easy to catch. There was blood coming from his nose and mouth. His breathing was laboured and at one point he stopped breathing.

I collapsed into sobs in the kitchen. My boyfriend's father called his wife for medical advice, wait, was the advice. I went to look for flights back to NZ. My boyfriend was wearing a shocked expression, he couldn’t understand such emotion for one little cat. As I prepared myself for bed the cat wanted attention, but I couldn’t face it, the blood streaks on its face and the rattly breathing were too much for me to cope with.

The next day the cat was fine, normal, happy, even eating more than usual . He was named Lucky on account for his luck, his remaining alive and well against the odds. Lucky now has eight lives or less but as you can see he is sleek as only cats can be. I am always happy for his presence.

2 comments:

Rafael Castillejo - rafaelcastillejo.com said...

Se llega a querer tanto a estos "pequeñajos", que cuando se van se sufre mucho. Lo digo por experiencia. Lo siento.

entrenomadas said...

Tengo cuatro gatos y sé la relación tan extraordinaria que se establece con ellos. Este verano en la casa de mi amiga en Edinburgh conocí a Lucky, bueno y dulce como pocos.
Se pasa fatal cuando se van, cuando ya no sientes sus misteriosos pasos por la casa.


Ánimo y un beso,